Posición de la Coalición Haitiana de Canadá contra la dictadura en Haití sobre la Coyuntura



                                                                                                        28 de marzo de 2024

Nosotros, miembros de la Coalición Haitiana de Canadá contra la dictadura en Haití firmantes del Acuerdo del 30 de agosto de 2021 (Montana), estamos muy preocupados por cómo la comunidad internacional está imponiendo sus propias reglas de juego a los actores haitianos para establecer una transición de continuidad. Nosotros estamos de acuerdo con el principio de transición de ruptura tal como lo planteó desde el comienzo el Acuerdo del 30 de agosto. Dicha transición de ruptura tiene una serie de principios y características fundamentales que la caracterizan. Principios como recuperar los derechos soberanos del país que no se pueden negociar. Mantener la soberanía significa desechar toda forma de ocupación. CARICOM, que se supone debe desempeñar un papel de intermediario, parece, a través de sus acciones, ser un actor político interesado que actúa de acuerdo con la agenda de las potencias que dominan al país, junto con los políticos y las organizaciones políticas vasallos que existen en el país. En esta lógica, la ocupación transnacional se impone como condición para establecer la transición. Esto no condice en absoluto con nuestras convicciones y principios.

Una transición de ruptura debe quedar clara en la elección de las personas que participan en ella. En este sentido, seguimos creyendo que el PHTK y sus aliados no tienen lugar en ningún gobierno de transición que pretenda recuperar la soberanía del país y establecer condiciones para que el pueblo haitiano viva en paz y dignidad. Es este régimen el que nos ha metido en el atolladero en el que nos encontramos, con el objetivo de desmantelar desde su punto de origen todas las iniciativas y movilizaciones populares en el país que intentan un cambio de sistema. El dicho popular que plantea la necesidad de volcar la olla es una expresión clara de la voluntad y determinación del pueblo haitiano de establecer otro modelo de sociedad. Por lo tanto, los miembros y las organizaciones de los autodenominados "bandidos legales" del PHTK y sus aliados, que cuentan con el apoyo de la "comunidad internacional", son los responsables durante más de una década del caos y la situación de terror actuales. El pueblo haitiano grita Basta. El PHTK y sus aliados, bajo la obediencia del Core Group (Estados Unidos, Francia, Canadá...) no pueden, luego de haber sembrado el caos, creado los problemas, pretender después buscar las soluciones. Están prendiendo fuego y pretenden a la vez ser bomberos.

Ya han pasado 13 años desde que el régimen PHTK está en el poder y se beneficia de las bendiciones de los países del Core Group (en particular, Estados Unidos, Francia y Canadá), pero el pueblo haitiano nunca perdió la oportunidad de echar a estos personajes al basurero de la historia por los crímenes financieros, las masacres, la corrupción y todas las atrocidades cometidas contra el pueblo. Una transición de ruptura requiere personas y organizaciones íntegras, que no estén involucradas en actividades ilícitas, drogas, delitos financieros, secuestros, asesinatos; personas que nunca hayan sido condenadas por el poder judicial nacional o internacional. Una transición de ruptura debe tener personas que no estén bajo ninguna sanción nacional o internacional, personas que nunca hayan sido cómplices del régimen criminal de PHTK y que nunca hayan servido a los intereses de países extranjeros. Esto significa que esta transición sólo necesita personas y organizaciones que sean íntegras, creíbles, honestas, patrióticas, decididas, competentes y que antepongan los intereses de Haití, ante todo. En este sentido, estamos muy preocupados por la presencia de Montana en el Colegio Presidencial creado por CARICOM porque la iniciativa de CARICOM no responde a ninguna iniciativa de ruptura. En nuestra opinión, el objetivo –de CARICOM- es poner fin a todas las iniciativas haitianas para que el país no gane su propia soberanía e impedir que Haití encuentre una solución haitiana soberana a esta crisis creada en el país.

Observamos que todas las tratativas que CARICOM está ejecutando en nombre de sus empleadores son contrarias a todos los principios fundamentales de la transición de ruptura. Todo lo que está pasando aquí responde a los objetivos de los países que oprimen a Haití, renovar y fortalecer al régimen del PHTK y sus aliados que responden como lacayos al servicio de los proyectos de los países que dominan a Haití. Además, crearon un enredo para continuar y fortalecer la dependencia y dominación del país. Aceptar esto es vender el derecho soberano del país al diablo. Como dijo Montana en su programa inicial, Haití necesita una transición de ruptura propia de haitianos y haitianas soberanos. Es una transición que debe al menos crear las condiciones para desgansterizar al país en todos sus aspectos (especialmente económicos y políticos), recuperar la soberanía del país organizando elecciones honestas sin imposiciones de países extranjeros ni de la oligarquía local. Toda transición de ruptura debe ser clara para el pueblo haitiano desde la elección de los candidatos hasta las organizaciones que participan en ella. Esta transición debe crear condiciones para que la población viva en paz, con dignidad y sentar las bases para que la gente pueda vivir realmente como seres humanos, para que los ciudadanos y las ciudadanas vean y hagan política de una manera diferente en el país y crear condiciones para el juicio de todos los responsables de todos los crímenes financieros y las masacres contra el pueblo haitiano.

Todas las medidas de CARICOM son contrarias a este proyecto. Y en ese sentido, creemos que el Acuerdo del 30 de agosto de 2021 debe iniciar un proceso de comunicación permanente para explicar a todas las organizaciones firmantes y al pueblo haitiano en general lo que está pasando. Cuando constatamos que lo que se está haciendo va en contra del proyecto de transición de ruptura, nos preocupamos mucho. Antes que sea demasiado tarde y más triste, seguimos creyendo que en la encrucijada en la que nos encontramos, todos los verdaderos patriotas y organizaciones progresistas tenemos la responsabilidad histórica y ética de reunirnos y unirnos en un frente único para evitar que el país caiga en una trampa que apunta a renovar al PHTK y sus aliados y, así, desmantelar todas las iniciativas democráticas y populares. Debemos aunar nuestras fuerzas como adultos para implementar el proyecto de transición de ruptura. Es una cita que tenemos con la historia, respondamos ahora y asumamos nuestra responsabilidad.

¡Haití antes que todo! ¡Viva Haití soberano! ¡Viva la lucha del pueblo haitiano! ¡Los que luchan no mueren!

Para autenticación:

Alain Saint Victor

Walner Osna

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